Suena la armonica y se te cae el alma como un peso muerto, arrastrando la oscuridad de los dias. La armonica siempre te mata, te hace recordar cosas que nunca viviste, que te persiguen recordandote todo lo que nunca tendras, todo lo que no eres, todos los recuerdos robados de las bocas de otros, escuchados tras una puerta entreabierta.
La armonica se apaga y te imaginas a ti misma estallando, el cuerpo abriendose como un dia nublado, dejando caer al suelo lagrimas y recuerdos y porqueria.
Te preguntas si algun dia oiras los primeros veinte segundos de esa cancion y tu corazon resistira el envite, sin agitarse incomodo en el pecho, buscando aire, batiendose contra los muros, las costillas.
Hay dias en los que escuchar canciones como esa es un atentado contra la vida y el buen juicio. Pero sabes que siempre, en ti, las canciones que te matan son las mismas que te salvan.
domingo, 18 de julio de 2010
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